Cuando llegan las bajas temperaturas, aparecen frases como "no salgas sin campera que te vas a resfriar". ¿Pero es cierto que las bajas temperaturas por sí solas enferman?
Según la Mayo Clinic y la OMS, las enfermedades respiratorias como gripe y resfrío común se producen por virus, no por el clima. Lo que sucede es que durante el invierno pasamos más tiempo en espacios cerrados y poco ventilados, lo que facilita la transmisión de virus de persona a persona. Además, algunos estudios indican que las bajas temperaturas y la humedad baja pueden hacer que los virus respiratorios sobrevivan más tiempo en el aire.
Un artículo de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) refuerza esta idea: no es el frío el que te enferma, sino la exposición a microbios y la falta de medidas preventivas como buena higiene de manos, ventilación y vacunación antigripal.
Otro clásico mito de invierno es que salir con el cabello húmedo te hará pescar un resfrío. Según la Mayo Clinic, no existe evidencia científica de que la temperatura corporal o el cabello mojado desencadenen infecciones virales.
Lo que sí puede ocurrir es que un cambio brusco de temperatura disminuya momentáneamente las defensas de la mucosa nasal, facilitando la entrada de virus si estás en contacto con alguien enfermo. La recomendación de los expertos: mantener una buena higiene respiratoria, lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca al toser.
Entonces, ¿cómo podemos protegernos de enfermedades en invierno? Las fuentes coinciden en que la prevención real está en estos puntos:
Un dato curioso: estudios citados por la Mayo Clinic muestran que la exposición moderada al frío puede incluso activar mecanismos de defensa del sistema inmune. Es decir, abrigarse bien y salir a caminar al aire libre, lejos de ser un problema, puede ser una costumbre saludable.
Usar calefacción de forma responsable también es clave. Los CDC y la OMS aconsejan mantener la humedad adecuada y ventilar los ambientes para evitar la sequedad excesiva del aire, que puede irritar las vías respiratorias y favorecer infecciones. Además, recordá revisar siempre estufas y calefactores para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
El frío no es el enemigo. Los virus. sí. La clave es prevenirlos con hábitos saludables, ventilación, vacunación y buena higiene. Así, el invierno puede disfrutarse sin miedo a mitos que ya no se sostienen.