Un clásico carrito de golosinas, ubicado en el corazón del Parque General San Martín y con más de 50 años endulzando a generaciones de pequeños, sufrió un robo que despojó de su más preciado tesoro: la máquina de hacer copos de nieve. Pero el incidente va más allá de un hecho aislado, revelando un problema generalizado de robos y vandalismo que azota a los comerciantes del icónico pulmón verde de la provincia.

El ataque al histórico carrito, que ha sido parte de innumerables recuerdos de familias mendocinas, se suma a una preocupante ola de delincuencia. Los malvivientes se llevaron no solo la nostálgica máquina de copos, que ha sido testigo de medio siglo de sonrisas infantiles, sino también elementos esenciales para la operatividad del puesto, como un generador y una garrafa de gas. La dimensión del robo no solo es económica, sino que golpea directamente al corazón de una tradición que se remonta a décadas.

"Es increíble la impotencia que se siente. Con esta máquina hemos endulzado a los chicos de Mendoza por más de 50 años", lamentó uno de los damnificados, con la voz quebrada. La desazón es palpable, no solo por la pérdida material, sino por el daño a un símbolo que forma parte del patrimonio afectivo de la provincia.

La preocupación entre los comerciantes del Parque General San Martín es creciente. El robo al carrito de copos no es un hecho aislado; en las últimas semanas, otros puestos gastronómicos y de servicios han sido blanco de la delincuencia. Además de los robos, los propietarios denuncian ser víctimas frecuentes de vandalismo, lo que genera costos adicionales y una constante sensación de desprotección.

Ante este panorama, los damnificados han lanzado un urgente pedido a las autoridades: exigen mayor presencia policial en el parque. Argumentan que la falta de patrullaje y vigilancia ha propiciado el accionar de los delincuentes, quienes operan con impunidad en un espacio que debería ser un oasis de tranquilidad para mendocinos y turistas. La seguridad del Parque General San Martín, un lugar emblemático para el esparcimiento y la vida social de la provincia, se ha convertido en una preocupación prioritaria para quienes lo trabajan y lo disfrutan.