La devaluación del real hace que Mendoza sea más cara para los turistas de Brasil. Situación en hoteles y restaurantes
"Hay una merma más relativa al cambio de modelo económico entre 2023 y 2024 que por la devaluación del real. Nos convertimos en un destino más caro y de nicho", señaló Diego Viñolo, gerente comercial del hotel Hilton.
En ese contexto, para morigerar la caída del turismo receptivo, las tarifas del sector hotelero empezaron a acomodarse. Por delante asoma un verano árido, con una fuerte caída de la ocupación.
En el segmento 5 estrellas, elegido por los viajeros de Brasil, aseguran que los valores se ajustaron al menos 50% en los últimos meses. Un ejemplo es el de una conocida cadena con su eslabón céntrico, que llevó el precio por noche de una habitación de U$S 450 a U$S 250 a partir de un tipo de cambio más "rendidor".
Una anécdota sirve para ilustrar el cambio de época.
"El año pasado un cliente brasilero, para no llevarse lo que le había sobrado, al momento del check out repartió más de $60 mil en propinas. Hoy eso ya no lo vemos", contó el gerente de un conocido hotel, para quien el sector hotelero enfrenta "un problemón".
Es que mientras la readecuación de tarifas se instala, los costos en dólares suben. Y de a poco vuelve a hablarse de la necesidad de "ser más eficientes".
La afluencia a los restaurantes mendocinos también es un indicador del momento del turismo receptivo.
Además de conducir junto a su marido Mariano Gallego el laureado restaurante Brindillas, la chef Florencia D"Amico está al frente de la cocina de una reconocida bodega de Luján.
Desde ese lugar, D"Amico no dudó en afirmar que "la merma ya es del 70% este año. Y en los últimos tres meses, con la mayor devaluación, se notó mucho más".
El lugar ofrece un menú de 7 pasos que, con vino incluido, oscila entre los U$S 140 y U$S 160. "No podemos hablar de un menor ticket promedio, pero para el turista brasilero son precios que resultan más caros que el año pasado".
Claro que el universo gastronómico de Mendoza es muy diverso. Y varios restaurantes, con cartas de hasta 400 dólares, no parecen haber acusado recibo.
En resumen, pese al menor flujo de turistas de Brasil, todavía nadie observa cancelaciones.
"El turista extranjero toma la decisión al menos 90 días antes, por lo que habrá que ver qué sucede para marzo", aventuró Viñolo, en coincidencia con Becacecci.