Psicólogos y terapeutas dicen que la sobreprotección y el exceso de estímulos digitales están marcando a las nuevas generaciones. Educar en la autonomía y la confianza aparece como el camino más efectivo para revertir esta tendencia.
Cada vez más especialistas observan un mismo fenómeno: adolescentes y jóvenes que no logran gestionar contratiempos cotidianos y padres que sienten que nada alcanza. La psicóloga española María Jesús Álava Reyes describe que muchos jóvenes "se hunden ante cualquier complicación y la decepción se ha convertido en una constante en sus vidas". La baja tolerancia a la frustración, dice, se traduce en insatisfacción permanente.