La marca "Pret" pisa fuerte en la provincia y también en otros puntos del país. Cuando llegaron e Mendoza la idea fue introducir un concepto novedoso en el rubro de los autoservicios en el área metropolitana de Mendoza. El puntapié inicial lo dieron en una esquina emblemática de la ciudad, que hasta 2020 ocupó una sucursal del Banco Nación, ofrecen pasillos amplios, productos con impronta local y un ambiente que prioriza la comodidad. Aunque han sacrificado espacio de venta en beneficio de un entorno más agradable, consideran que "este es un valor agregado". Este fue el primer local, luego llegó P. Vargas en Guaymallén, Northbeach en Pinamar, Mercado Moreno en Ciudad, Paso de los Andes en Godoy Cruz, en la Panamericana, calle colón que recién inaugura y se vienen muchos más.

Este tipo de negocios, es una modalidad nueva, se trata de las tiendas de conveniencia. Después de darle muchas vueltas al asunto, ellos tomaron la decisión de darle vida a Pret (que en francés significa listo), una marca propia que refleja su visión del mercado. En su planes, a corto plazo, por medio de la tecnología piensan además de la caja de cobro tradicional permitirles a los clientes una opción de autoservicio.

"La idea es posicionarnos en un punto medio entre el mercado de Amazon y el tradicional de Mendoza, no queremos pecar de precursores, pero sí facilitar el autoservicio para que las personas que vengan con dos o tres ítems se puedan cobrar ellos mismos y seguir", sostienen.

Con respecto al nombre Pret, los fundadores explican que eligieron esta palabra porque en francés significa "rápido" o "al paso", lo que refleja su enfoque en brindar un servicio más ágil y conveniente. Un nombre que cada día se hace más fuerte "Creemos que también hay un valor agregado en la cercanía con el cliente, al cortar mucho esa brecha te permite entender las necesidades del barrio en el que estás, porque este tipo de negocio trabaja principalmente con el público que tiene en un radio de 3 o 4 cuadras".

En ese sentido, la decoración hacia la calle propone luces sectorizadas con un marcado corte vintage, toldos y alusiones a un jardín presente junto a las vidrieras, que brinda la oportunidad de conectarnos aún más con esa herencia. Es posible que haya otros establecimientos que también reflejen esa influencia, pero por ahora, para todos los transeúntes, este lugar no pasará desapercibido.