Hubo una fuerte llegada de inmigrantes desde Venezuela. Llegaron hartos y corridos por la dictadura de Maduro. Ahora sienten incertidumbre. Las generaciones que solo conocen a Chávez y Maduro.
Cesar Valerio es parte de una familia numerosa y unida. Por parte de su madre son 12 tíos que tenían como costumbre reunirse en fiestas y celebraciones cuando convivían en el mismo país en el que nacieron: Venezuela. "??La familia se partió"?, dice el joven. Claro. Hoy algunos están en Argentina, otros en Chile, Perú, Brasil y hasta en Estados Unidos. Partieron con lo puesto, con hartazgo y dolor. No pueden reunirse para los cumpleaños, fines de año y para ver partidos de béisbol como acostumbraban.
Encontrarse es una utopía para ellos. "??Mi familia se separó por completo. Todo se quebró. Nosotros estamos en Argentina, tengo familia en Brasil, en Chile, en Estados Unidos. La familia se terminó dividiendo, todos buscando una mejor vida y estar más tranquilos. Muchos se fueron porque tenían niños chicos y quería que crecieran tranquilos"?, explica el joven.
El éxodo de venezolanos es uno de los más impresionantes del continente en las últimas décadas y ahora, con la reasunción de Nicolás Maduro en el poder, hay desazón. Tras elecciones amañadas, sin libertad, con dirigentes presos y una extrema violencia interna ejercida por el Estado, el dolor vuelve. Y hasta hay sospechas inesperadas. "??No nos animamos a hablar mucho porque creemos que Maduro tiene infiltrados en la comunidad; en todo el continente y nos da miedo por los que están allá"?, explicó una mujer residente en Argentina y activa participante de la comunidad venezolana. Por eso ella prefiere hablar sin dar su nombre. "??Estábamos esperanzados porque Maduro no ganó y no tiene apoyo. Pero es una pesadilla verlo volver a asumir riéndose de todos"?, explica la mujer.
En Argentina son cerca de 200 mil los venezolanos que residen. En el Censo 2022 fueron registrados 161.495 venezolanos, la enorme mayoría habían llegado hace menos de 5 años. Así, sin ser un país limítrofe es el tercer país que más inmigrantes aporta a Argentina. Córdoba y Buenos Aires son los principales destinos. Pero para Mendoza también es relevante. En el Censo se registraron 2703 venezolanos, la misma cantidad de españoles, por ejemplo. En pocos años se convirtió en una de las comunidades de inmigrantes más significativa. La oleada más importante llegó entre 2015 y 2019, cuando se radicaron casi 2 mil venezolanos en Mendoza. La puerta de ingreso es el Cristo Redentor, pero también vienen desde el norte. En otros países, como Chile, hasta llegan caminando por los pasos fronterizos (como ocurre en Colchane).
A Cesar le gusta escribir y quería escribir de deportes. Particularmente de béisbol, como lo hacía uno de sus abuelos. Estudiaba dos carreras universitarias para ello: periodismo y letras. La Universidad comenzó a quedarse sin docentes por la emigración y la vida cotidiana pasó a ser insoportable. Comer salteado, hacer colas de 12 horas para conseguir algún alimento y, sobre todo, la pérdida de la libertad. De a poco los 12 tíos que tiene comenzaron a irse y ellos sentían la misma presión por irse. Pero fue un irse doloroso. "??Es el dolor de quien se va porque lo echan, no porque quiere"?, dice Cesar. El desarraigo obligado es más doloroso, pero Mendoza lo recibió bien. "??Nos enamoramos de Mendoza"?, dice el joven, que es estudiante universitario y trabaja. El béisbol por el fútbol, las arepas por el asado. No hay reemplazo, sino nuevas costumbres. "??Hay que adaptarse. Uno no puede pretender que todos se adapten a uno"?¦Los mendocinos nos recibieron muy bien. La mayoría va a otros lugares, a nosotros nos recomendaron venir aquí porque era más tranquilo que Córdoba y Buenos Aires. No nos arrepentimos"?, asegura.
Argentina era la meta, pero los recursos no alcanzaban. Por eso hicieron una posta: primero fueron a Perú para trabajar y juntar recursos. La migración la encabezaron él, su padre, una tía y un tío. Luego le siguió el resto del núcleo familiar. En febrero tendrá la ciudadanía argentina, país al que ya está arraigado. Pero sufre el dolor de sentir que su patria lo rechaza: por la falta de vínculo diplomático, no puede tener pasaporte venezolano ni ninguna otra documentación.
Los sucesos impactan y hay impotencia. "??Lo vivo muy mal. Quieres estar allá, porque quieres ser parte de esa batalla, de esta lucha que estamos llevando los venezolanos. En otros momentos pude estar y aportar algo"?, explica Cesar.
La detención de Corina Machado generó más estupor. Cesar, como varias generaciones de venezolanos, no conocen otra forma de vida, de modelo político y, en ese plano, lo que es la libertad de elegir sin tener miedo. De hecho, asegura, comenzó a descubrir eso estando en Argentina. "??Piensas en tu familia y tus amigos que están allá. Queremos salir de esto. Llevamos más de 20 años. En mi vida todo ha sido Chávez o Maduro. No conozco nada distinto, lo vengo conociendo acá que los gobiernos van cambiando"?, cierra Cesar.