Las cooperativas de la vitivinícultura aportan estabilidad, empleo y 184 mil millones de pesos al valor agregado de Mendoza
El eje del trabajo se concentra en la contribución del sistema cooperativo a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción primaria hasta el fraccionamiento. Según el análisis, el sector aporta 184.430 millones de pesos en Valor Agregado a la economía provincial. La cifra permite dimensionar la escala del entramado productivo y su capacidad para sostener la modernización tecnológica y la diversificación de productos.
En términos macroeconómicos, el informe reafirma que la vitivinicultura se ha consolidado como la principal actividad agrícola de Mendoza. Evaluada como cadena integrada, su participación en el Producto Bruto Geográfico (PBG) 2024 alcanza el 12,4% del Valor Agregado provincial. Dentro de ese total, el sistema cooperativo nucleado en ACOVI aporta un 3,4% del PBG, superando a sectores clave como el comercio, el transporte y la industria petrolera.
La producción primaria aporta 72.838 millones de pesos, de los cuales 45.430 millones -cerca del 40%- corresponden a salarios. La etapa de fraccionamiento es la de mayor peso en la generación de riqueza, con 92.898 millones de pesos, seguida por la elaboración, que agrega 18.694 millones.
El informe concluye que el modelo cooperativo actúa como un estabilizador estructural de la economía regional. Su capacidad para mantener producción, empleo y demanda de insumos, incluso en períodos de incertidumbre climática o contracción económica, demuestra la fortaleza de un sistema basado en la integración de miles de pequeños y medianos productores.
Las 5.000 familias que integran ACOVI conforman un engranaje que garantiza continuidad, previsibilidad y destino para la producción vitivinícola. Frente a sectores más sensibles a las fluctuaciones del mercado, el cooperativismo sostiene la rueda productiva y contribuye a la cohesión social y al arraigo rural en Mendoza.