La contundente victoria en las recientes elecciones legislativas posiciona al radicalismo, ahora con un fuerte tinte "neolibertario", al borde de establecer una hegemonía de poder que podría superar los doce años de dominio que tuvo el "Equipo de los Mendocinos" peronista (desde Bordón hasta Gabrielli). En este nuevo escenario, la figura de Luis Petri se consolida como el principal artífice del triunfo y el sucesor natural del actual Gobernador, Alfredo Cornejo.
Petri, flamante Diputado Nacional electo y hasta ahora Ministro de Defensa de la Nación, ha cimentado su ascenso en una doble lealtad y mérito propio. Su capacidad ya había quedado demostrada en las PASO de 2023, donde cosechó un notable 40% de adhesiones en el frente Cambia Mendoza, compitiendo lealmente con Cornejo y demostrando una musculatura política propia, a diferencia de otras rupturas.
Su salto a la política nacional como candidato a Vicepresidente de la Nación en la fórmula con Patricia Bullrich, y la posterior invitación de Javier Milei a formar parte de su Gabinete, le otorgó una visibilidad y agilidad estratégica fundamental. Esta lealtad al Presidente Milei se vio recompensada con una victoria electoral 2025 que es la más contundente para el frente oficialista a nivel nacional.
Volver al Congreso no implica una involución para Petri, sino la oportunidad de asumir un rol de liderazgo crucial. En un contexto donde el Presidente ha enfrentado grandes obstáculos legislativos -incluyendo la anulación de vetos-, Petri tendrá la responsabilidad de liderar la defensa política de las reformas pendientes, un papel vital en la gestión nacional.
Sin embargo, ese rol en el Congreso no opacará sus aspiraciones provinciales. La ola nacional del triunfo de La Libertad Avanza fue un impulso que supo capitalizar con destreza, demostrando que posee las cualidades propias necesarias. Su desempeño en la campaña 2025 permitió, además, que el Gobernador Cornejo viera ratificada su gestión local.
Petri encarnó de manera prístina la idea libertaria, ligando los logros económicos y financieros a la batalla político-cultural que enfoca al kirchnerismo como la antítesis a vencer. Esta claridad ideológica reforzó su imagen y su crecimiento provincial.
Mientras tanto, el peronismo mendocino, a pesar de recuperar terreno con un "digno 25%" en las elecciones de medio término, volvió a confirmar que la asociación con la línea K es un lastre que los mendocinos rechazan sistemáticamente hace dos décadas. La renovación justicialista no alcanza con candidatos incuestionables si al lado persisten figuras asociadas a la "idea demonizadora" que más capitalizan Cornejo y Milei.
De mantenerse esta tendencia, la competitividad peronista se verá postergada, dejando el camino expedito para el 2027. A diferencia de gestiones anteriores, la segunda etapa de Alfredo Cornejo no necesitará de "bendiciones a dedo" ni de internas fratricidas. Hoy se entiende que el hasta ahora Ministro de Defensa y flamante Diputado Nacional electo, Luis Petri, es el sucesor natural al sillón del General San Martín, confirmando por mérito propio su posición de liderazgo más allá del viento libertario.