Federico Bandini es un ingeniero mendocino que vive en Estados Unidos y logró cumplir el anhelo familiar de tener en su lugar natal su propia finca con bodega
"Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar", confiesa en esta entrevista con Diario UNO quien con su bodega está honrando el anhelo de su papá pero también es una suerte de tributo a los inmigrantes que cultivan sus raíces acunando el deseo de un día volver para dejar su huella en el lugar que les pertenece.
Y vaya si tiene historia el terruño que eligió Federico Bandini para sentar las bases de sus generaciones futuras. Un campo con más de un siglo de vida, como es Las Compuertas, una de las regiones más antiguas y preciadas en el cultivo de la vid en Argentina, atravesada por lo que supo ser el lecho del río Mendoza, en el punto más alto de Luján de Cuyo, y que tiene aires patrimoniales.
De hecho, la Finca Bandini atesora basamentos de los muros construidos en 1922 que -mediante 6 compuertas- contenían el paso del agua de deshielo del río, y que son patrimonio de Mendoza.
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Federico Bandini, el mendocino que formó una familia, una carrera y una empresa de excelencia en la lejana Houston, regresó un día para invertir y apostar por la bodega propia. Con verlas a través de Google Maps le bastó para darle el ok a la distancia a su primo y comprar las 75 hectáreas, hace ya 10 años.
"Como todo lo que se hace con la ilusión de trascender en el tiempo, este proyecto está marcado por la fuerza del lazo familiar y la nobleza de quien vuelve a su tierra natal para soñar con un proyecto de generaciones", escribe el ingeniero en la web de Finca Bandini. Casado con una argentina -porteña, ella- Susana, Federico tiene 3 hijos -dos mujeres y un varón- y 5 nietos. Su empresa de ingeniería, BEI Engineers, está ubicada en Houston, Texas, Estados Unidos.
"Mi esposa trabaja manejando los departamentos de contabilidad y recursos humanos. Mi hija Amanda trabaja como Chief Operating Officer. También tengo a mi hermano menor trabajando en el departamento de Staffing en oficinas de clientes. David fue mi primer empleado y hace más de 30 años que trabaja conmigo", comenta al detalle Bandini, para reflejar que en su vida laboral también ha formado una verdadera familia.
-¿El sueño de una bodega propia lo alcanzaste en honor a tu papá que era lo que le hubiese gustado tener?
-Nosotros inmigramos a Estados Unidos en 1960. Mi papá trabajaba en la construcción y mi mamá era ama de casa. Ellos recordaban con mucho afecto a la familia y a Mendoza y frecuentemente hablaban de viñedos y la vendimia. Mi papá falleció joven, a los 48 años, pero comentaba lo lindo que sería un día tener una pequeña finca en Luján. El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar.
-Te fuiste a Estados Unidos de muy pequeño, a los dos años de vida...
-Sí. Me llevaron mis padres. Porque buscaban un mejor porvenir para ellos y sus hijos. ¡Y lo lograron!
El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar. El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar.
-¿Qué te da Mendoza que no te de aún Estados Unidos?
-¿Te imaginás radicado definitivamente en Mendoza? ¿Te estás preparando para ello?
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-¿Cuánto tiempo pasó desde que compraste esas tierras hasta poner tu vino en la góndola local y extranjera?
-La finca la compré en 2014. La reconversión de olivos a viñedos ocurrió entre 2015 y 2017. Septiembre de 2019 iniciamos la apertura de Finca Bandini para turismo y comercialización de vinos. Pero tuvimos que cerrar todo por razón de la pandemia en marzo de 2020. Con respecto a la comercialización de vinos se frenó todo y reiniciamos el esfuerzo en noviembre 2021, cuando volvió a abrirse la Argentina.
Los vinos de Finca Bandini tienen presencia en Argentina y en Estados Unidos. También están ingresando al mercado de Brasil, a otros mercados latinoamericanos y algunos europeos.
-¿Qué lugar ocupaba el vino antes de inaugurar la bodega y qué lugar ocupa ahora?
-Desde la reconversión de la finca tuvimos como objetivo comercializar nuestros vinos. Antes de tener bodega propia hacíamos vino en una bodega donde alquilábamos espacio. Iniciamos la obra de construcción de bodega en abril del 2021 y en 10 meses, es decir febrero del 2022, estábamos haciendo vino en nuestra propia bodega, y fue un golazo.
-¿Cuál es el objetivo más cercano que buscás alcanzar con la bodega? ¿Estás mirando la exportación o te interesa más instalar tus vinos en el mercado local?
-En la bodega todavía falta terminar la sala de recepción y también la cava para turismo. Lo bueno, y el objetivo principal, era poner en función la parte productiva de bodega. Para terminar lo demás hay tiempo y hay que esperar un poco para ver mejor estabilidad económica. Con respecto a la comercialización de vinos tenemos un plan muy claro: primero vender nuestros vinos en Argentina, segundo vender nuestros vinos en Estados Unidos, tercero vender nuestros vinos en Latinoamérica y Europa y procurar abrir camino en algunos países asiáticos.
-¿Y cuál es tu máxima aspiración para Finca Bandini?
-En el sentido económico, mi aspiración para Finca Bandini es producir mucha uva de altísima calidad que se destina totalmente para vinos de alta gama que elaboramos en nuestra bodega. También tener un turismo muy activo con visitas y gastronomía y eventos para que muchos puedan conocer lo hermoso que tiene Finca Bandini y la historia que cuenta de Mendoza. En el sentido de legado, quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza. Realmente la historia de Finca Bandini no es tan diferente a la historia de familias en Argentina y Estados Unidos. Familias de inmigrantes que dejan sus países nativos para buscar algo mejor.
Quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza. Quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza.
-¿Cómo te definirías?
-Quisiera que piensen en Federico Bandini como un hombre que ama a su familia nuclear y extendida; como alguien que le puso muchas ganas y devoción a sus proyectos; como un empleador que se preocupó mucho por su gente; como un buen ciudadano que ayudó a construir un mejor mundo en Mendoza y en Houston. Aún estoy en este camino y me falta mucho pero espero cumplirlos satisfactoriamente un día.
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