La primera privatización de Milei es celebrada por el sector metalúrgico y hay expectativas sobre la compañía bajo la gestión de ARC Energy.
Tras un largo proceso de negociación, IMPSA, la histórica empresa metalúrgica de Mendoza, ha vuelto finalmente a manos privadas. Fue comprada el consorcio IAF (Industrial Acquisitions Fund LL), cuyo socio principal es Arc Energy. IMPSA cuenta con una deuda millonaria tras varias décadas de deterioro. El traspaso de acciones a IAF se dio este martes, tras el pedido de los nuevos dueños de firmar el contrato junto con el impulso que le dio a la maniobra Juan Pazo, titular de ARCA.
La reacción del sector metalúrgico ha sido, en general, bastante positiva. Julio Totero, empresario metalúrgico y presidente de la Comisión de Minería de ASINMET, dijo en MDZ Radio que "esta es una gran noticia. No ha pasado muchas veces que el Estado interviene en alguna cuestión de la economía y se retira cuando se tiene que retirar".
Y es que la empresa había sido salvada durante el gobierno de Alberto Fernández, a través de una inversión de 1.362,9 millones de pesos. Para Totero, aquella fue una "decisión inteligente" por parte del Estado. "Se intervino, se capitalizó la compañía con 20 millones de dólares en el año 2021. Y la compañía empezó a recuperar negocios", explicó.
El empresario contó que "hoy celebramos que la empresa haya pasado a manos privadas. Una gestión privada le va a dar a IMPSA el impulso que necesita y que el Estado no le podía dar". Sobre este punto, argumentó que "el Estado no tiene capacidad de gestión para una empresa de estas características". Bajo la dirección de Enrique Pescarmona, fundador original de la empresa, IMPSA creció. "Pero entonces pasaron una serie de circunstancias que dejaron a la empresa en casi un estado de quiebra", agregó.
Totero además dio un repaso del valor patrimonial que tiene IMPSA: "Si se cuentan todas las instalaciones, máquinas y demás, el valor alcanza los U$D 300 millones. Para dar un poco de perspectiva, la deuda de la empresa es de U$D 570 millones". En ese sentido, el empresario valoró el hecho de que "no se haya perdido ni un puesto de trabajo" en estas circunstancias críticas.
Por otro lado, el empresario aclaró que es "imposible" saber qué va a pasar con la empresa en el futuro. Sin embargo, cree que todo depende de la capacidad de IMPSA de "recuperar" su rol en los mercados internacionales, especialmente en los sectores hidroeléctrico y nuclear, áreas con grandes oportunidades en Argentina. "ARC Energy tiene muchos contactos en el exterior, así que es de suponer que la empresa va a tener un muy buen futuro en los próximos años", concluyó.