El uruguayo volvió tras su ausencia por lesión y fue fundamental en la levantada del equipo contra Huracán. El Gato prende velas para poder tenerlo desde el vamos.
Entre tanta mala por las lesiones y los flacos resultados, al Gato Oldrá le apareció una sonrisa debajo de la pelada. El entrenador deGodoy Cruz recuperó a su brújula dentro del campo y eso es, sin lugar a dudas, un notición en estos tiempos que corren. Nicolás Fernández volvió un día, luego de que ese maldito tobillo que lo tuvo a maltraer le permita volver a calzarse los botines y la 13 en la espalda.
El volante uruguayo es fundamental para este equipo y volvió a demostrarlo en los cuarenta y pico de minutos que estuvo en cancha contra Huracán. El Tomba la pasaba mal y perdía 1 a 0 contra el Globo, hasta que el deté mandó a la cancha al Indio. Aún falto de ritmo y sin estar al 100%, el GPS fue el imán que acaparó todas las pelotas y le dio al equipo un lavado de cara para empezar a crecer (junto al pibe Santino Andino).
Su última aparición oficial había sido ante Independiente de Avellaneda por Copa Argentina, en la derrota 3 a 0. Luego, estuvo en el banco de suplentes contra Central Córdoba (no ingresó) y ni siquiera fue citado para los duelos contra Sarmiento de Junín y Unión de Santa Fe. En la urgencia deportiva, Oldrá lo volvió a convocar contra el conjunto quemero, y ante el pálido primer tiempo del equipo, decidió mandarlo al césped del Malvinas Argentinas.
Fernández tocó 44 pelotas en 45 minutos. Sí, casi un promedio de una pelota cada sesenta segundos. Completó correctamente el 66% de sus pases (un número que delata la falta de ritmo) y fue crucial en el centro que envió al área de Galíndez que terminó en la guapeada de Andino (peinada mediante de Salomón Rodríguez).
Con el Indio en cancha, el Gato recupera mucho más que un refuerzo interno. El volante de 26 años es el jugador clave para la elaboración de juego y el equipo lo extrañó horrores en su ausencia (empató dos encuentros y perdió el otro ante el Tatengue). Ante el bajo nivel de Poggi y íbrego, tenerlo de regreso es un alivio para todos. Ahora, será fundamental que ese tobillo siga evolucionando para terminar de quedar al 100% y volver a ser el de siempre. Godoy Cruz, agradecido.