Universidad de Chile, con más rodaje, le dio un cachetazo al debut 2025. Ernesto Pedernera toma nota de cara a lo que viene. Hay que mejorar.
Jugar un partido oficial, con un torneo de verano como escenario, con apenas un puñado de entrenamientos encima, era una jugada arriesgada. Y el resultado quedó a la vista:Godoy Cruzdebutó en el 2025 con una actuación para el olvido y fue goleado por la Universidad de Chile 4 a 1 en la Copa Betano.
Pedernera apostó al modelo 4-3-3 con todas caras conocidas: Petroli, inamovible en el arco, la defensa que terminó jugando con Arce, Mendoza, Rasmussen y Morán, Poggi de volante central, íbrego (fue el capitán) y la aparición de Toto Pozzo como generador de fuego, dejando al Indio Fernández en el banco. ¿Arriba? Altamira, Pino y Barrea.
La U, con más tiempo de trabajo, se dejó la victoria merecidamente, generando un dolor de cabeza en el entrenador tombino, que deberá trabajar firme a menos de dos semanas para el debut en el torneo Apertura. Arce tuvo otro partido en bajo nivel (perdió la marca en el 1 a 0 y por su lado llegó el 2-0), Mateo Mendoza se fue expulsado en la primera parte (erróneamente) y Morán cometió el penal del 4-0. Uff.
Algo de vértigo de Altamira en el comienzo, el golazo de Barrea (con el duelo liquidado) y el lavado de cara que siempre genera el Indio con su ingreso fue apenas lo destacado de un estreno realmente preocupante. Al Tomba le faltó generación de fútbol y el hombre menos durante un tiempo y medio quebraron cualquier tipo de análisis.
Pedernera deberá seguir dándole vuelo a su once, viendo si Rossi y Parzajuk (ambos debutaron) pueden ganarse un lugar. La realidad es que este equipo, al que no le sobran las bondades individuales en ninguna lónea, extrañará horrores a Santino Andino, afectado al Sub 20 hasta mediados de febrero.
La derrota enciende la alarma pero no tiene que significar caos. Hubo apenas una semana de trabajo tras el receso y los jugadores todavía tienen que sacarse el descanso y la arena de las vacaciones de encima. Coquimbo Unido será la segunda prueba, el martes, cerrando periplo en tierras trasandinas.
Rosario Central asoma en el horizonte y no hay tiempo que perder. En este equipo mientras Fernández esté, tiene que ser indiscutido. Después, a definir las dudas de la defensa (Rasmussen es el único que asoma como intocable, al margen de su merma de nivel) y el ataque tiene pinta de Altamira-Parzajuk-Barrea (autor de un golazo). Manos a la obra que esto recién arranca y el camino es largo.