Sin embargo, factores psicológicos y biológicos individuales, como las habilidades emocionales, el abuso de sustancias y la genética, pueden hacer que las personas sean más vulnerables a las afecciones de salud mental. A ello se suma la exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental.
Y agregó: "En nuestro país los casos de depresión son entre el 12% y el 20% y los de ansiedad entre el 30% y el 40%. Nosotros lo que estamos haciendo es reforzar el primer nivel de atención, que es como la primera escucha en todo lo que es salud mental, porque la situación económica y todo lo que ha venido pasando desde hace un tiempo ha generado mayor demanda en el sector público".
En concreto, Vilapriño sostuvo que un porcentaje significativo de la población, "clase media o clase media baja" ya no puede costear un tratamiento. "No puede costear desde hace un tiempo todo lo que implica el tratamiento, porque no es solamente la consulta, sino también los medicamentos".
De hecho, como todos los meses desde hace un año, el Círculo Médico de Mendoza y la Federación Médica de Mendoza -con el aval de la Confederación Médica de la República Argentina- informaron que el valor de la consulta psiquiátrica privada, durante el mes de octubre, se encuentra en $30.000.
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¿Estrés crónico o agotamiento? El motivo que acelera los trastornos de salud mental
Según el Ministerio de Salud de la Nación y, contrario a lo que se cree, los padecimientos mentales no son un problema poco frecuente. Se estima que en Argentina, 1 de cada 3 personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. Las problemáticas más frecuentes son los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y los problemas por consumo de sustancias.
En diálogo con Sitio Andino, el médico y especialista en psiquiatría, Manuel Vilapriño, remarcó que, si hablamos de trastornos como depresión, ansiedad o adicciones, tienen una predisposición genética individual "que no es culpa de nadie". Sin embargo, se hace más complejo cuando "los estresores terminan disparando la base genética".
"Eso pasa también en otras enfermedades, como hipertensión o tumores. Esa base genética puede dispararse cuando el estrés es muy severo o crónico. Eso sí da lugar a que la enfermedad se desencadene en función de la genética individual", dijo Vilapriño.
Para Vilapriño, los factores sociales, agrarios o económicos que la sociedad está viviendo influyen en ese aumento progresivo de las problemáticas. "No es el mismo escenario en el que estamos hoy, que en el que estábamos hace 20 años".
"Cuando empecé a trabajar, esta demanda, esta bola de nieve que se ha creado en relación a estas problemáticas, no existía; y para cualquier sistema actual es muy difícil de abordar. También tiene que ver con que se visibiliza mucho más la problemática, hay menos estigmas, mucho menos rótulos y se aceptan mejor", dijo el profesional, quien remarcó que "si bien no posee un estudio comparativo con otras provincias, en Mendoza ha aumentado la demanda".
En términos generales se destaca que Argentina es considerado un país en el que se "la consulta al psicólogo o psiquiatra está mucho más incorporada que en otros países".
"Siempre estuvo la idea o el concepto de que los problemas tenemos que manejarlos siempre con los propios recursos y que, si tenemos emociones a flor de piel, es debido a un déficit nuestro. Esta concepción, este proceso, va cambiando con el tiempo, paulatinamente, con las nuevas generaciones", sostuvo Vilapriño.
Por su parte, destacó que los padecimientos mentales no son irreversibles, ya que pueden afectar temporalmente la vida de una persona, por lo que la recuperación es posible.
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