Se trata de una patología benigna, pero sumamente incómoda que, en muchas ocasiones, puede ser dolorosa.
Algunas personas aprovechan el momento de ir al baño para agarrar el teléfono
Lee también: Postura, salud y tecnología: el impacto del uso del celular
Con este panorama, los especialistas creen que el problema no reside en la utilización del celular en sí, sino en todos aquellos hábitos que nos mantienen pegados al inodoro más allá del tiempo estrictamente necesario. Los autores del nuevo estudio consideran que sus resultados refuerzan el consejo general de dejar el celular fuera del baño y de intentar no tardar más de unos minutos en hacer nuestras necesidades.