Sufrir un calambre en un gemelo y en la planta del pie es algo muy habitual y puede ocurrir en cualquier época del año.
Los calambres musculares son contracciones involuntarias y espontáneas de uno o varios músculos que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, pero es más habitual sufrirlos en los gemelos, los pies, los muslos y las manos o los dedos debido a que esas áreas son las que están más expuestas al esfuerzo, la carga de peso corporal o la fatiga postural, especialmente en posición prolongada o en actividad deportiva.
Así lo indicó la fisioterapeuta española Clara Ciudad, quien indicó que, ante esta situación, son muchos los que actúan de forma incorrecta para aliviar el intenso dolor y los que no saben qué hacer, por lo cual explicó cómo podemos reducir el dolor rápido y dio pautas para evitar que aparezcan.
La especialista dijo que las causas más frecuentes de los calambres son: "Fatiga muscular, deshidratación, desequilibrio de electrolitos (bajos niveles de potasio, magnesio, sodio o calcio), irritación nerviosa, problemas circulatorios y, en algunos casos, efectos secundarios de medicamentos (como diuréticos o estatinas)"
Es más habitual tener calambres cuando "sudamos más y perdemos líquidos y minerales esenciales como sodio, potasio y magnesio, que intervienen en la contracción y relajación muscular, los cuales "si no se reponen adecuadamente, es más fácil que aparezcan calambres, sobre todo en actividades físicas o incluso al dormir".
Aunque los calambres musculares suelen ser habituales en deportistas también aparecen en personas sedentarias o que no hacen deporte de forma habitual y, según la experta, las causas son variadas, pero entre las más frecuentes destacan:
En deportistas, por su parte, los calambres son frecuentes por:
Aunque también influyen factores como "llevar un calzado inadecuado o entrenar sin calentar bien", destaca la fisioterapeuta.
En cuanto a las personas que tienen más riesgo de sufrir calambres, Cuidad destaca los siguientes grupos:
Cuando aparecen los calambres el dolor puede ser tan intenso que nos impide pensar y no sabemos cómo actuar. El consejo de la fisioterapia es ir paso a paso:
Si ocurre por la noche, lo que se puede hacer es:
Si ocurre con frecuencia, Ciudad recomienda "consultar con un profesional para descartar problemas circulatorios o neuromusculares".
Para prevenir los calambres musculares lo mejor es, sin duda, la hidratación. "La hidratación diaria adecuada, sobre todo en días de actividad física" es clave, señala la experta. Además, aconseja, tener una "buena ingesta de electrolitos como potasio (plátanos, palta), magnesio (nueces, espinacas) y calcio (lácteos, almendras) y hacer estiramientos regulares, especialmente antes y después del ejercicio y antes de dormir".
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El ejercicio moderado para activar la circulación y fortalecer la musculatura también ayuda a su prevención así como el uso de un calzado adecuado y evitar posiciones mantenidas como estar mucho tiempo de pie o sentado sin moverse", concluye la experta.