En su segundo año de gestión, Alfredo Cornejo profundizó el giro hacia la minería con proyectos, cambios normativos y mayor presencia en foros globales.
Con proyectos en marcha, marcos regulatorios actualizados y una creciente presencia en espacios vinculados a la transición energética, el Gobierno provincial busca crear condiciones para que la minería -particularmente la orientada a minerales críticos- se convierta en uno de los nuevos motores de desarrollo de la economía mendocina.
El gesto más simbólico lo dio este 1 de mayo, durante la Asamblea Legislativa, cuando resumió el eje de su política económica: "Hagamos cobre, hagamos mejor vino y cuidemos el agua", dijo el gobernador en la apertura de sesiones en la Legislatura provincial.
Cornejo levantó una roca mineralizada y una botella de vino para mostrar que ambas actividades productivas pueden convivir. "Durante el último año, la provincia ha consolidado su rumbo hacia una minería moderna, transparente y sostenible, gracias a la implementación de herramientas clave como el nuevo Código de Procedimiento Minero y el fortalecimiento de la Autoridad Ambiental Minera", señaló.
Y puso sobre la mesa una roca y una botella de vino. "Este producto puede darle riqueza a Mendoza, la riqueza que le hace falta. Este producto puede contribuir al ambiente del mundo en la electromovilidad. Tiene una demanda internacional para las próximas décadas que es clave. Este producto puede hacer próspera a Mendoza y además no tiene por qué ser incompatible con el vino", aseguró.
Uno de los hitos del período fue el avance del proyecto PSJ Cobre Mendocino, que obtuvo su Declaración de Impacto Ambiental para la etapa extractiva y espera la sanción definitiva del Senado. De aprobarse este martes, representará el primer proyecto metalífero de este tipo en obtener aval ambiental en casi dos décadas.
En paralelo, la Legislatura aprobó Malargüe Distrito Minero Occidental I y II, un esquema que unifica en un solo expediente las evaluaciones ambientales de distintas áreas de exploración con el objetivo de agilizar el tratamiento legislativo.
El Gobierno plantea que estos avances permiten comenzar por Malargüe, "donde existe licencia social", y representan el primer paso de una estrategia más amplia para "agrandar la matriz productiva de Mendoza".
Después de 17 años, Mendoza volvió a ser sede de Argentina Mining Cuyo, una de las ferias del sector más relevantes. La provincia reunió a empresas, consultoras, inversores y organismos nacionales e internacionales, lo que permitió fortalecer vínculos y visibilizar proyectos en carpeta.
El regreso del evento fue interpretado por el Gobierno como una señal de recuperación de confianza institucional, además de una oportunidad para mostrar la política minera mendocina basada en controles estrictos, ordenamiento territorial y procesos técnicos auditables.
Uno de los elementos nuevos en este ciclo fue la apuesta por la presencia en espacios financieros globales, como el PDAC (Prospectors & Developers Association of Canada) en Toronto, considerada la feria minera más importante del mundo.
La participación mendocina -que incluyó presentaciones oficiales y rondas con fondos de inversión- apuntó a mostrar a la provincia como un hub emergente de servicios, conocimiento y oportunidades mineras, reforzando la idea de que Mendoza ofrece:
institucionalidad y seguridad jurídica;
marcos regulatorios actualizados;
entornos urbanos y logísticos competitivos;
proveedores calificados y universidades especializadas.
Desde el Gobierno sostienen que Toronto es un "puente" para conectar proyectos mendocinos con capitales internacionales, especialmente en un escenario global marcado por la demanda creciente de cobre para la transición energética.
Otro hito institucional fue la incorporación de Mendoza a la Mesa del Cobre, junto a San Juan, Catamarca, Salta y Jujuy. El espacio es donde interactúan provincias productoras, organismos nacionales, empresas y cámaras del sector.
La presencia mendocina implica un reconocimiento al potencial del distrito y permite intervenir en discusiones estratégicas sobre infraestructura, incentivos, logística y estándares ambientales.
La gestión avanzó además con la reforma del Código de Procedimientos Mineros, orientada a actualizar herramientas normativas, agilizar trámites y mejorar los mecanismos de control.
En este período también tomó protagonismo la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) un instrumento que permite que diversos sectores participen como controladores y evaluadores de los proyectos mineros.
El Ejecutivo sostiene que la minería moderna -especialmente la orientada a minerales críticos- es una posibilidad concreta para ampliar la base productiva sin desplazar actividades tradicionales como la vitivinicultura, la agroindustria o el turismo.
Los tres pilares de esta política, según el Gobierno, son:
Institucionalidad: marcos legales y procedimientos modernizados.
Rigurosidad técnica: evaluaciones ambientales bajo parámetros comparables y auditables.
Diversificación productiva: necesidad de sumar empleo privado formal en sectores de alto impacto económico.
Desde diciembre de 2023, el Gobierno de Alfredo Cornejo definió como eje estratégico reposicionar a Mendoza en el mapa minero nacional e internacional. La administración planteó una política de diversificación productiva orientada a los minerales críticos, con una combinación de reformas normativas, participación en foros globales y acciones destinadas a atraer inversiones. El mensaje más directo se dio en la Asamblea Legislativa del 1 de mayo de 2025, cuando el gobernador sintetizó su visión al afirmar que la provincia debía "hacer cobre, hacer mejor vino y cuidar el agua", instalando públicamente la idea de que ambos sectores productivos pueden desarrollarse de manera complementaria.
En este período avanzaron proyectos que permanecieron años en stand-by, como PSJ Cobre Mendocino, que obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental para su etapa extractiva y continúa su camino legislativo en el Senado. La Legislatura también aprobó Malargüe Distrito Minero Occidental I y II, un esquema que busca ordenar y agilizar las evaluaciones ambientales de distintas áreas de exploración. Estos avances se complementaron con reformas institucionales claves, entre ellas la actualización del Código de Procedimientos Mineros y el fortalecimiento de la Unidad de Gestión Ambiental, concebida para robustecer los mecanismos de evaluación y control.
Paralelamente, la provincia incrementó su presencia en espacios nacionales e internacionales vinculados a la minería. Mendoza volvió a ser sede de Argentina Mining Cuyo y participó en la feria PDAC en Toronto, con el objetivo de presentar proyectos y atraer capitales. Además, la incorporación a la Mesa del Cobre posicionó al distrito dentro de ámbitos de coordinación con provincias productoras y actores del sector. Con este conjunto de iniciativas, la gestión busca consolidar una política pública de largo plazo, basada en institucionalidad, rigurosidad técnica y diversificación económica. El desafío hacia adelante será determinar cuánto de esta agenda se traduce en inversiones concretas, empleo y desarrollo de proveedores.
Con proyectos que avanzan, presencia internacional y reformas en marcha, la gestión de Cornejo concluye su segundo año con un objetivo central: reposicionar a Mendoza como una provincia con potencial minero, regulada, controlada y abierta a nuevas inversiones, sin resignar estándares ambientales ni institucionales.
El desafío hacia la segunda mitad del segundo mandato de Cornejo será medir cuánto de esta agenda se transforma en inversión efectiva, empleo, desarrollo de proveedores y exploración y explotación concreta.FUENTE: SITIO ANDINO