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Destrozos en una escuela de Godoy Cruz: padres exigen que se de marcha atrás con las sanciones impuestas

Tras los destrozos en una escuela de Godoy Cruz, las autoridades dispusieron amonestaciones y un plan de reparación para todos los alumnos involucrados.

Miercoles, 3 de Diciembre de 2025
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La decisión de las autoridades derivó en una protesta desbordada y más de 140 estudiantes fueron sancionados con 20 amonestaciones cada uno.

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Este miércoles, un numeroso grupo de padres se presentó en la puerta del colegio para exigir que se revise la medida disciplinaria. Si bien reconocieron que la conducta de los estudiantes "no estuvo bien", remarcaron que los daños no fueron causados por todos los jóvenes. Asimismo, cuestionaron duramente lo que consideran una respuesta "desproporcionada e injusta" por parte de la institución.

"Con estas sanciones, lo que han hecho es vulnerar los derechos de nuestros hijos. No fueron todos los estudiantes los que realizaron los destrozos, sin embargo, el perjuicio fue para todos y ni siquiera los dejaron terminar su ciclo lectivo. Los chicos esta semana tenían que rendir materias y no los dejaron, eso no es legal", expresó una mamá (prefirió preservar su identidad), en diálogo con Sitio Andino.

Escuela destrozada: los padres aseguran que hubo inflexibilidad con los alumnos

Los padres de los alumnos involucrados en el escándalo señalaron que la conducción del colegio ha mantenido una postura rígida frente a los festejos tradicionales de fin de año.

Aseguraron que los chicos ya habían sido privados de celebrar el Día del Estudiante, ya que no se les autorizó ninguna actividad recreativa, y en su lugar se les impuso participar de una maratón obligatoria.

Además, indicaron que a uno de los cursos se le negó la posibilidad de presentar sus buzos de fin de ciclo, bajo el argumento de que eran "estudiantes rebeldes". Y que, finalmente, tampoco se les permitió realizar el tan esperado Último Último Día (UUD), una tradición escolar que se replica en numerosos colegios de Mendoza.

"Claramente todo esto llevó a que nuestros hijos explotaran y reaccionaran de este modo. No justificamos lo que hicieron, pero sí entendemos que son jóvenes y que querían despedirse como todos lo hemos hecho a su edad", expresó la madre.

Padres, críticos: "Como calidad humana, el colegio deja mucho que desear"

En duros términos, varios padres manifestaron que el Santa María ofrece una buena formación académica, pero cuestionaron el trato hacia los estudiantes: "Desde lo humano, el colegio deja mucho que desear. No hay diálogo, no hay escucha, hay imposiciones. Queremos que nuestros hijos estudien, no que se los castigue por ser adolescentes".

También remarcaron que los destrozos fueron protagonizados por un grupo reducido de jóvenes, y que aún así la institución aplicó la misma sanción para todos, sin discriminar niveles de responsabilidad individual.

"Los que destrozaron el mobiliario no fueron sancionados, el resto sí y ese es nuestro reclamo y bronca. Claramente, esos alumnos tienen un contacto muy director con el rectorado, por ello fueron perdonados", indicaron.

Posible vía judicial si no se revisan las sanciones

Los padres solicitaron una reunión urgente con las autoridades para pedir que las 20 amonestaciones sean revisadas, modificadas o contextualizadas según cada caso. Consideran que la sanción es "demasiado severa" y que deja a muchos alumnos en riesgo de perder el año.

"Queremos escuchar a los directivos y pedir que la medida sea reconsiderada. De no ser así, presentaremos recursos de amparo y avanzaremos por la vía legal, porque entendemos que la sanción es injusta", señalaron.

Aclararon, no obstante, que no buscan justificar la destrucción del mobiliario ni el modo en que los jóvenes se despidieron del colegio. "Lo que hicieron no estuvo bien, pero son adolescentes que sólo querían festejar como lo hicimos todos a su edad. Necesitamos que la institución entienda ese contexto".

Un conflicto que expone tensiones de larga data

Mientras los padres esperan una respuesta formal, el colegio mantiene en vigencia la medida disciplinaria, que incluye la posibilidad de reducir las amonestaciones a través de tareas comunitarias y reparación del daño.

El caso reabrió el debate sobre los límites de las celebraciones estudiantiles, el rol de las instituciones privadas y la necesidad de generar espacios de diálogo que eviten que las tensiones adulto-adolescentes deriven en estallidos como este. FUENTE: SITIO ANDINO