Frente a este complejo panorama, los expertos del Programa de Respuesta al VIH enfatizan la urgencia de fortalecer las estrategias de testeo.
El último informe epidemiológico, que analiza el quinquenio 2020-2024, revela que, si bien la pandemia de COVID-19 detuvo la tendencia creciente histórica de nuevos casos en el período analizado (con 1663 diagnósticos nuevos, similar al quinquenio anterior), la provincia no logra revertir la brecha diagnóstica, siendo la población heterosexual masculina y las mujeres quienes acceden al testeo más tarde.
Entre 1984 y 2024, se notificaron 6811 casos confirmados de VIH en personas residentes de Mendoza. El quinquenio 2020-2024 registró 1663 diagnósticos nuevos, una cifra prácticamente igual a la del período anterior (2015-2019), deteniendo la tendencia histórica creciente.
Esta detención se explica por la irrupción de la pandemia de COVID-19, que provocó una caída del 40% en nuevos diagnósticos en 2020 en comparación con el año anterior, debido a las restricciones de movilidad que afectaron los centros de testeo. Sin embargo, la accesibilidad al testeo se recuperó progresivamente, alcanzando y superando los niveles prepandemia desde 2022.
El 99.3% de las infecciones entre 2020 y 2024 se produjeron por prácticas sexuales desprotegidas. Los varones homo o bisexuales promediaron el 50% del total de nuevos diagnósticos, siendo el grupo que determina el comportamiento epidemiológico provincial.
No obstante, el estudio destaca una marcada diferencia en el acceso al diagnóstico:
Varones homo o bisexuales acceden al diagnóstico en edades más tempranas (alrededor de 32-33 años) y presentan un mejor porcentaje de testeos oportunos.
Varones heterosexuales son quienes se diagnostican en edades más avanzadas (superando los 40 años en promedio) y tienen el mayor porcentaje de diagnósticos tardíos, duplicando el porcentaje con respecto a los varones homosexuales.
El informe subraya que esta situación refleja una mayor barrera en el acceso al testeo en la población heterosexual, potenciada por la falta de percepción del riesgo en los varones heterosexuales.
Históricamente, los varones fueron el grupo más afectado, con tasas que triplicaban a las de las mujeres. No obstante, los datos 2023-2024 marcan un cambio clave:
En cuanto a las vías de transmisión, el 99.3% de las personas diagnosticadas entre 2020-2024 se infectaron por prácticas sexuales desprotegidas. EL 0.5% por transmisión materno infantil y el 0.2% por consumo de drogas de modo inyectable o con elementos cortopunzante compartidos.
Del total de prácticas sexuales desprotegidas, el 97% fueron personas que manifestaron realizar prácticas sexuales con otras personas (ya sean hétero, homo o bisexuales). El 3% restante corresponde al grupo que se lo denomina disidentes.
A la hora de desglosar donde se reportaron la mayor cantidad de casos, el informe explica que el 71.1% de los contagios se concentraron en el Gran Mendoza.
Frente a este complejo panorama, que marca tanto un desafío en la detección tardía como un cambio en el perfil de la epidemia, los expertos del Programa de Respuesta al VIH enfatizan la urgencia de fortalecer las estrategias de testeo.
La solución, según el informe, pasa por la descentralización efectiva -llevando los tests rápidos fuera de los hospitales a zonas de cercanía- y, fundamentalmente, por derribar las barreras simbólicasFUENTE: SITIO ANDINO