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FOEVA se suma a las criticas por la desregulación del INV y la pérdida de trazabilidad en el vino

La entidad vitivinícola se suma a las voces criticas a la desregulación del INV. Advierte riesgos para la trazabilidad, los controles y las condiciones laborales.

Miercoles, 26 de Noviembre de 2025
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INV: alerta por la redefinición de funciones

La nueva normativa redefine los alcances del organismo y establece que el INV concentrará sus inspecciones únicamente en el producto final embotellado. Con ello queda atrás su histórica función de supervisar viñedos, cosechas, procesos de elaboración y fraccionamiento. Para FOEVA, esta reinterpretación del sistema de control constituye un retroceso significativo. "Si el INV solo controla el vino embotellado, desaparece la trazabilidad. No sabremos cuánta uva se cosechó, cómo, dónde ni bajo qué condiciones laborales", señala Daniel Romero, Secretario de Prensa de FOEVA.

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La reforma incorpora además otros cambios de envergadura. Entre ellos, la certificación de origen, añada y varietaldeja de ser obligatoria y pasa a un régimen optativo, lo que podría afectar la consistencia de los registros productivos y la precisión de los datos sobre volúmenes y zonas de procedencia. Del mismo modo, el organismo ya no deberá aprobar las etiquetas antes de su circulación en el mercado, y el tradicional parámetro del grado alcohólico mínimo anual también queda desregulado.

Riesgos de informalidad

En paralelo, los relevamientos productivos que hasta ahora realizaba el INV serán transferidos a Senasa, generando una fragmentación del sistema de información y control. El Gobierno sostiene que estas modificaciones forman parte de un proceso de modernización destinado a reducir trámites y acelerar la operatoria mediante la digitalización. Sin embargo, desde FOEVA advierten que la eliminación de inspecciones presenciales sin controles complementarios puede derivar en "mayores niveles de informalidad y evasión, afectando no solo a los trabajadores sino también a la transparencia de la industria".

Impacto en la cadena vitivinícola y en los mercados internacionales

Las repercusiones potenciales en la cadena vitivinícola son motivo de creciente inquietud. Distintos actores del sector coinciden en que la reducción de controles sobre viñedos y bodegas puede deteriorar la capacidad de fiscalización laboral, un aspecto especialmente sensible en una actividad con alta estacionalidad. La pérdida de trazabilidad, por su parte, podría comprometer la competitividad del vino argentino en los mercados internacionales, donde la verificación del origen y la cualidad es un requisito cada vez más exigente.

Un punto particularmente crítico es la posible afectación del Convenio de Corresponsabilidad Gremial, cuyo funcionamiento depende del registro preciso de quintales cosechados. La falta de controles en las etapas iniciales del proceso productivo, advierte FOEVA, debilita la herramienta y abre interrogantes sobre la continuidad de un sistema que viene garantizando aportes y derechos laborales.

Debate abierto sobre el futuro del INV

Durante la pandemia, el propio sector privado había argumentado que el vino debía ser considerado alimento para asegurar su inclusión entre las actividades esenciales. Hoy, señalan desde la Federación, el nuevo esquema regulatorio "elimina justamente la lógica que protege a un alimento", al reducir los parámetros que sostienen la cualidad, la seguridad y la trazabilidad del producto.

En este contexto, la discusión sobre el futuro del INV y su rol en la supervisión de la cadena vitivinícola promete abrir un debate profundo entre el Gobierno, los trabajadores y las bodegas. Mientras tanto, FOEVA insiste en que la Resolución 37/2025 implica riesgos estructurales que podrían impactar tanto en las condiciones laborales como en la imagen internacional del vino argentino.FUENTE: SITIO ANDINO