Un reciente informe de EY, basado en la opinión de más de 1.700 ejecutivos de 18 países -incluidos 150 directivos argentinos-, arroja luz sobre los desafíos más apremiantes que enfrentarán las empresas locales en los próximos tres años.
Milagros Mac Donnell
@Milimac1
La economía local encabeza la lista de preocupaciones para el 30% de los encuestados, seguida de cerca por la incertidumbre política y la creciente presión de la competencia, tanto nacional como internacional, ambas mencionadas por el 27%. Este complejo escenario exige no solo respuestas, sino un rediseño estratégico profundo.
Paralelamente, la salida en los últimos años de multinacionales de peso como Telefónica, Exxon o HSBC ha dejado vacíos en sectores clave. Esta situación, aunque se presenta como una oportunidad para las empresas locales , viene enmarcada por una competencia más profesional y digitalizada. Muchas de las nuevas compañías que han ingresado al mercado se caracterizan por estructuras ágiles y una fuerte orientación tecnológica , obligando a las empresas argentinas a optimizar procesos, fortalecer su propuesta de valor y profesionalizar sus equipos para mantenerse relevantes.
Pero los desafíos no terminan ahí. El acceso al financiamiento se erige como otro obstáculo crítico: solo el 33% de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) logró obtener crédito en los últimos seis meses. Lo preocupante es que muchas desconocen las líneas de apoyo existentes, lo que frena inversiones vitales para la modernización y expansión. A esto se suma una brecha significativa en el talento: cerca del 68% de las empresas reporta dificultades para cubrir puestos clave, especialmente en áreas técnicas, tecnológicas y de análisis de datos. Esta escasez reduce la productividad y ralentiza la adopción de tecnologías cruciales en un entorno digital.
Como respuesta a este panorama, numerosas empresas están apostando por la transformación digital para mejorar la productividad y reducir costos. Las inversiones se centran en inteligencia artificial, analítica avanzada, computación en la nube y ciberseguridad. Además, buscan fortalecer su cultura interna mediante capacitación continua y la adopción de estructuras más flexibles. La colaboración con universidades e institutos técnicos, junto con la exploración de alternativas financieras pensadas específicamente para PyMEs, también forman parte de esta estrategia de adaptación.
Argentina es un país con una larga historia de vaivenes económicos y políticos. Si bien los desafíos actuales son evidentes, la mera resistencia ya no es suficiente. El verdadero imperativo es "rediseñar el modelo de empresa". Esto implica un replanteo integral de cómo operamos, lideramos, innovamos y nos proyectamos hacia el futuro. Aquellas compañías que logren ver estas dificultades no como obstáculos insuperables, sino como un motor para la transformación, estarán en una posición ventajosa no solo para sobrevivir, sino para liderar la nueva etapa del empresariado argentino.