Una misión del Banco Interamericano de Desarrollo llega este lunes. Rodolfo Montero busca digitalizar los servicios de imágenes de 350 efectores de Salud
"Además de la digitalización del servicio de imágenes de todos los efectores de salud, pretendemos avanzar con la automatización de las farmacias de los hospitales, de manera tal de tener la trazabilidad desde que se compra el medicamento hasta que se dispensa", comenzó diciendo el ministro Montero.
Y sumó: "Pretendemos avanzar con la robotización de la entrega de medicamentos, para que eso que hoy se entrega en blisters se fraccione en unidades y que se puedan dar las dosis que realmente necesita el paciente. Todo eso nos ayudará a tener un mayor control de los stocks de las farmacias".
El crédito que ofrece el BID también alcanzaría, según los números que han hecho en Salud, para poder adquirir sistemas informáticos para los distintos hospitales, dotar de la cobertura de internet en las habitaciones, e incluso para incorporar un sistema de ciberseguridad para blindar la información de los pacientes.
Como el crédito que ofrece el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) supondrá un endeudamiento para el Estado mendocino, para poder tomarlo es necesario contar con el aval de la Legislatura.
Para eso el oficialismo necesitará del acompañamiento de algunos legisladores de la oposición, ya que todo endeudamiento estatal exige el respaldo de dos tercios de ambas cámaras legislativas.
Para conseguir ese consenso necesario, desde el oficialismo marcan que esos créditos del BID son convenientes, no sólo porque en términos generales se pueden devolver a 20 o 25 años, sino también porque las tasas de interés que suponen siempre son notoriamente más bajas de las que baraja la banca nacional.
Caber recordar que uno de esos créditos fue el que esa entidad le dio a Mendoza en el 2019, cuando le prestó U$S50 millones para reformar más de 30 kilómetros de la Ruta Provincial 82, que aún está en obra, y a la que le falta entregar la segunda etapa y arrancar una tercera. Ese préstamo tiene previsto un plazo de amortización de 25 años, con 5 años y medio de gracia.
Si este nuevo préstamo prospera, sería la primera vez que el BID decide invertir en un proyecto del sistema de Salud de una provincia argentina.