Mendoza, de de
Mendoza, de de
El Xeneize volverá a cruzarse con los alemanes este viernes en el Mundial de Clubes 2025, con la memoria aún latente de aquella polémica final jugada en Tokio hace más de dos décadas.
Este viernes, Boca y Bayern Múnich protagonizarán uno de los duelos más esperados de la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025. Pero el cruce entre argentinos y alemanes no será uno más: para el Xeneize, significará una suerte de revancha por lo sucedido en la Copa Intercontinental 2001, recordada como una de las finales más controversiales de la historia del fútbol.
El partido se disputó el 27 de noviembre de 2001 en el Estadio Nacional de Tokio, y terminó con victoria 1-0 para el conjunto alemán.
Sin embargo, el resultado quedó opacado por el arbitraje del danés Kim Nielsen, que, según denuncian desde entonces, favoreció claramente al Bayern con fallos polémicos, especialmente en las faltas cometidas sobre Juan Román Riquelme, la figura del equipo dirigido por Carlos Bianchi.
Uno de los momentos más recordados fue una violenta plancha de Paulo Sérgio sobre Riquelme que ni siquiera fue sancionada con amarilla, mientras que Marcelo Delgado vio la roja tras dos amonestaciones discutibles y dejó a Boca con diez jugadores durante todo el segundo tiempo.
El gol de Sami Kuffour, que le dio el título a los alemanes, llegó tras una infracción no cobrada de Giovane Élber a Clemente Rodríguez. Años más tarde, el propio delantero brasileño reconoció el empujón.
La bronca fue tal que Mauricio Serna, integrante de aquel equipo, años después publicó una imagen en la que se lo ve dándole la mano a Oliver Kahn, pero con los árbitros disfrazados como personajes de "La Casa de Papel", acompañada de una frase lapidaria: "el robo del siglo".
Con ese recuerdo a flor de piel, Boca se prepara para reencontrarse con Bayern Múnich en un escenario completamente distinto, pero con una camiseta cargada de historia y revancha. El duelo será este viernes a las 22 en Miami, por la segunda fecha del Grupo C del Mundial de Clubes.
