Cuidado del corazón: cuándo debo asistir a una consulta con un cardiólogo

En laprovincia de Mendoza, estas afecciones son las causantes de alrededor del 30% de las muertes anuales, de acuerdo a lo informado por el Programa de Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Cardiovasculares en el sitio web del Ministerio de Salud.

Asimismo, las autoridades precisan que algunos factores de riesgo pueden ser modificados a través de la implementación de hábitos saludables, pero la asistencia a consultas médicas y la toma de conciencia sobre esta afección es el paso principal para prevenirlas.

En diálogo con Sitio Andino, el médico cardiólogo y especialista en Imagen Cardíaca, Lucas Gutiérrez (Mat. N° 9640), remarcó que es sumamente importante la detección temprana en pacientes de riesgo -en adultos de 40 años en adelante, por ejemplo-, para evitar que se produzca el evento o que se agrave el cuadro de cada paciente.

En este sentido, el también ex presidente de la Sociedad de Cardiología de Mendoza precisó que hay diferentes abordajes en cada etapa de la vida, por lo que las consultas con un médico cardiólogo no se restringen a una franja etaria específica.

En el caso de los niños con problemas congénitos, los cardiólogos pediátricos recomiendan controles cada 6 meses o un año. En lo relativo a adolescentes -etapa donde comienza a realizarse actividad física- o adultos jóvenes, los profesionales recomiendan al menos una consulta anual. A través de diferentes estudios como electrocardiogramas, ecocardiografías o resonancias magnéticas, entre otros, los médicos pueden conocer la estructura del corazón y determinar si hay algún riesgo.

Durante la etapa adulta, donde los riesgos de sufrir eventos cardíacos se agravan por la coexistencia de diferentes factores como la edad, otras enfermedades, obesidad, hipertensión o sedentarismo, se recomienda que haya, al menos, una consulta anual.

"En varones de 40 años en adelante y mujeres de 50 años en adelante se pueden pedir estudios más complejos debido al riesgo de comorbilidad", expresa Gutiérrez.

Para evitar este diagnóstico, muchos adultos comienzan a realizar ejercicio físico, lo cual no está mal- explica el galeno- pero siempre debe haber una consulta con un cardiólogo para recibir la denominada "aptitud cardiovascular ante exigencia física". No hay que desalentarlo, aclaró, pero si el paciente realiza actividades que requieran mayor esfuerzo podría comprometer su integridad física.

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Infarto en hombres y mujeres: cómo identificarlo y por qué se da de formas diferentes

Gran parte de los estudios y abordajes en materia de salud tomaron como referencia general del cuerpo humano la anatomía masculina. Por este motivo, el diagnóstico de enfermedades en mujeres no ha sido del todo efectivo a lo largo de los años. En el caso de las ECV, una de las principales fallas o demoras en su detección se debe a que los síntomas son diferentes en los cuerpos biológicos femeninos.

A lo largo de la historia, se trató clínicamente a las mujeres "como varones y si no presentaban los síntomas típicos de un evento se las subestimaba", afirma Gutiérrez. En consecuencia, esto también elevó los casos de mortalidad en las mujeres por encima de los masculinos.

De acuerdo con diferentes organismos sanitarios de todo el mundo, los síntomas de alerta de infarto de miocardio en una mujer son:

• Dolor en el tórax, aunque no se presenta siempre;
• Dolor o presión en la parte inferior del pecho o en la parte superior del abdomen;
• Dolor en mandíbula, cuello o parte superior de la espalda;
• Náuseas o vómitos;
• Respiración entrecortada;
• Desvanecimiento;
• Indigestión,
• Cansancio extremo.

En el caso de los hombres, los principales síntomas son:

• Presión o dolor en el pecho;
• Dolor que se propaga al brazo, mandíbula, cuello, espalda o dientes;
• Náuseas o vómitos y respiración entrecortada.

"Lo que tenemos que entender es que las enfermedades cardiovasculares son las más frecuentes en todo el mundo", resalta Gutiérrez.

Sin embargo, en la contención de estos eventos también influyen otros factores, como las posibilidades de acceso al sistema de salud. "No es lo mismo sufrir un infarto en calle Vicente Zapata de la Ciudad de Mendoza a tenerlo en el Valle de Uco", subraya.

En este sentido, la distancia es un factor fundamental que también puede incidir al momento de experimentar un evento cardíaco. Por este motivo, el profesional precisó que es fundamental comenzar con acciones de concientización desde las escuelas y, sobre todo, el acompañamiento del Estado en todo su conjunto, especialmente en materia de infraestructura.

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En cuanto a las causas de las ECV, nos encontramos con:

• Edad (a mayor edad, mayor riesgo).
• Antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular prematura, padres o hermanos afectados antes de los 55 años en el caso de familiares hombres o antes de los 60 años en el caso de mujeres.
• Tabaquismo
• Niveles elevados de colesterol en la sangre
• Presión arterial elevada (Hipertensión Arterial)
• Diabetes
• Sobrepeso y obesidad
• Inactividad física y estilo de vida sedentario
• Estrés crónico

Tres recomendaciones fundamentales para prevenir enfermedades cardíacas:

El experto en cardiología precisó a este medio que algunas de las acciones que los ciudadanos pueden comenzar a implementar para mejorar su salud y prevenir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas son:

• Al menos un control cardíaco al año. "Pueden solicitarse estudios ambulatorios o de mayor complejidad, pero todos los cardiólogos de la provincia de Mendoza -ya sea pediátrico o no- se encuentran capacitados para atender a cualquier tipo de pacientes". añadió Gutiérrez.
• Realizar ejercicio físico acorde a la capacidad funcional de cada persona.
• Mantener una alimentación saludable, implementando frutas y verduras en las comidas diarias.

Otras recomendaciones:

• No fumar y evitar la exposición al humo de tabaco ajeno.
• Reducir al mínimo el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares y sal.
• Revisar periódicamente los niveles de presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre (glucemia) y mantenerlos bajo control con el tratamiento indicado por el médico.
• Bajar de peso (si se tiene sobrepeso) y mantener un peso saludable.
• Consultar periódicamente al médico de cabecera.

Desde el área de Salud del Gobierno Nacional, se destaca que si bien las enfermedades cardiovasculares no tienen cura, sí pueden controlarse efectivamente. En este sentido, remarcan en su sitio web que "si los valores de presión arterial, colesterol o glucemia son normales, quiere decir que el tratamiento es el adecuado y no debe ser suspendido ni modificado".

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