El Lobo se prepara para afrontar los últimos tres desafíos de la fase inicial con un punto a su favor.
Gimnasia y Esgrima se prepara para afrontar la recta final de la Primera Nacional con grandes chances de clasificarse a la gran final por el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino. Actualmente, el Lobo marcha cuarto en la zona "B" con 59 puntos, está a dos del líder, Nueva Chicago y tiene un bonus que le puede dar una mano fundamental en los encuentros venideros.
Es que el conjunto dirigido por Ezequiel Medrán jugará los últimos tres partidos de la fase regular ante elencos que están lejos de los puestos de clasificación al reducido y que también se encuentran en la zona roja, un guiño que podría ser aprovechado por el Mensana en esta etapa decisiva.
Este fin de semana, el Blanquinegro chocará ante Temperley en el Víctor Legrotaglie, rival que se encuentra en el 11° escalón con 47 unidades, cinco por debajo de Gimnasia de Salta, que sería el último clasificado a la siguiente ronda. Además de estar alejado, el Gasolero tiene varios equipos por delante en la tabla, lo que dificulta aún más su objetivo.
Posteriormente, Gimnasia viajará a Buenos Aires para medirse ante Brown de Adrogué, elenco que marcha último en la zona "B" con 25 puntos (misma cantidad que Atlético Rafaela) y hoy tiene grandes chances de perder la categoría. El aspecto negativo es que el rival de turno se jugará todas sus fichas para salvarse, en su cancha y con el apoyo de su público.
Finalmente, el último encuentro del Lobo se dará en Mendoza contra Almagro, adversario que ya no tiene chances de ingresar en el reducido y que ya se salvó de todo en la zona roja, lo que lo convierte en uno de los contrincantes más accesibles que tendrá el club del parque General San Martín.