Productores de Lunlunta hallaron petróleo en el agua y la tierra. Ocurrió luego de realizar una maniobra para drenar. Investigan el origen de eso pasivos y si se puede expandir.
La intención de los productores de Lunlunta, en Maipú, era hacer una "sangría", es decir una zanja para que el agua de las napas, que en esa zona están saturadas, drene hacia el río. Pero lo que encontraron tras los trabajos no fue lo esperado: una sustancia negra, viscosa y con olor a combustible. Brotó petróleo que, aparentemente, es producto de pasivos ambientales de la actividad petrolera mal tratados y que genera un impacto negativo en el lugar. La zona está rodeada de viñedos y sobre todo olivos. Pero también de pozos petroleros que tienen décadas de explotación y de convivencia, no siempre buena, con la actividad agropecuaria. Ahora la justicia investiga el origen de ese foco de contaminación y quiénes son los responsables. Y el temor es que no sea el único foco.
El hilo de agua empetrolada bajaba hacia el río Mendoza y dejó a su paso huellas claras: piedras negras y un barro hediondo que para muchos de los productores de la zona no era novedad, sino el retorno de un recuerdo. "Si hacés un pozo, te aparece esto muchas veces porque hay contaminación acumulada", explicaba a MDZ un hombre que trabaja en el lugar. La zona del impacto está muy cerca de la calle Franklin Villanueva, una ruta que es un corredor productivo y también un recorrido turístico.. Bodegas, arboledas, plantaciones de vid y olivos y, también, estructuras petroleras del área Barrancas (yacimiento Lunlunta) una de las explotaciones petroleras más grandes y antiguas de Mendoza. La empresa estatal YPF tiene la concesión de la explotación, pero es una de las áreas maduras que decidió ceder para que otra empresa lo explote porque no es rentable. Ahora está en negociación con Petróleos Sudamericanos para que tome el área, aunque antes la provincia debe aprobar el proceso.
En el lugar hubo pasivos ambientales registrados y denunciados oficialmente y que debían ser saneados y remediados. Según la información oficial, más del 90% de esos pasivos ya habían sido solucionados. Pero los rastros siguen vigentes. Al menos eso es lo que notaron los productores en estos días.
Lulunta tiene las napas muy cerca de la superficie, es un lugar con abundancia de agua. Para evitar una saturación que le haga mal a las plantaciones, los productores decidieron intervenir para generar drenajes. Es una práctica habitual. Así lo decidieron en una reunión de la Inspección de Cauce. En ese momento hubo quienes advirtieron lo que podía pasar porque conocen lo que hay en el subsuelo, además de tierra y agua. "Podemos encontrarnos con petróleo", dijeron. Decidieron ejecutar las maniobras de igual manera.
Una máquina del Departamento General de Irrigación ejecutó las maniobras; es decir realizar una zanja con orientación hacia el río para que el agua fluya. Al otro día se encontraron con la mancha de petróleo. Los primeros en verlo fueron los tomeros, quienes "observan manchas que en apariencia son de petróleo y que el olor que perciben también aparenta ser de crudo", según quedó registrado en un acta notarial. Al seguir el hilo de agua, apareció una pequeña laguna negra con lo que parecía restos de petróleo más evidentes aún. Lo mismo con el olor. Los productores tomaron muestras de agua, tierra y vegetación. Y decidieron presentar una denuncia para advertir sobre lo que estaba ocurriendo. Mendoza tiene ahora una fiscalía especializada en delitos ambientales, aunque esa oficina no tiene estructura propia.
Un día después, los rastros seguían. El barro viscoso, gris y negro, emanaba un profundo olor similar al combustible. Algunas piedras negras y, al escarbar con la mano, lodos sucios. En el agua aún quedaban aureolas aceitosas. "Esto demuestra la falta de control del Estado. Debería ser Irrigación, Ambiente quienes controlen", decía Marcelo Romano, abogado, exlegislador y uno de los asesores de los denunciantes.
En la zona hay pasivos ambientales que, teóricamente, debían estar solucionados. Irrigación mide la calidad del agua en algunos pozos y, según la información oficial, no se habían detectado evidencias de presencia de benceno y otras sustancias que generan alerta, al menos hasta esta semana. Representantes de la Inspección de Cauce declararon en Tribunales luego de la denuncia y ahora el expediente se ampliará. Cada pasivo ambiental relacionado con la actividad petrolera debe ser registrado y la propia empresa petrolera debe denunciarlo ante la autoridad ambiental. Tras la denuncia, se tomaron muestras oficialmente. Pero los productores no confían del todo: los encargados de relevar y analizar los datos son Irrigación y la propia petrolera YPF, es decir quienes también podrían ser objeto de la investigación o responsables. Por eso analizan enviar algunas muestras a otros laboratorios.
Según explicaron desde Irrigación, la primera denuncia que registraron data del 2018, cuando los productores también hallaron restos de pasivos ambientales de la actividad petrolera y se intimó a YPF. Entre otras cosas, explicaron, se instalaron barreras oleofilicas y un plan de monitoreo de calidad del agua con 9 pozos de control donde se buscan hidrocarburos totales y benceno. Según ellos, no se habían detectado alteraciones. Sin embargo eso puede cambiar. "??Ante esta situación, y la posible aparición de zonas afectadas, Irrigación ha procedido nuevamente a la toma de muestras, tanto de agua, como de suelo. Estamos aún a la espera de resultados, para luego, en base a lo que se detecte o no, definir acciones de notificación, sanción o denuncia, según corresponda. Así mismo, debe intervenir la DPA también, como autoridad máxima ambiental a nivel provincial, ya que la acción del DGI se circunscribe a evaluar la posibilidad de afectación de la calidad del agua, para exigir todas las acciones o medidas que correspondan a los efectos de evitarlo"?, aseguró Fabio Lorenzo, director de Gestión Ambiental del Agua del Departamento General de Irrigación.
En la lista de pasivos ambientales detectados con anterioridad hay muchos que están en la zona productiva de Lunlunta. En la zona de la batería 2 ECP, cerca de donde brotó el petróleo que generó la denuncia, hay antecedentes. "Se observó revenimiento natural de hidrocarburo, que deberá ser incluido como NUEVA SITUACIí?N AMBIENTAL y en Cronograma de Saneamiento como prioridad", dice un documento al que accedió MDZ en el que están registrados todas las situaciones ambientales a resolver. Desde la empresa no hubo comunicación oficial, pero sí aseguran que cualquier determinación que tome Irrigación se va a acatar.
La temporada de riego está en marcha y la necesidad de hacer maniobras para derivar agua y también trabajos en la tierra crecerá. El temor de los productores es que si vuelven a escarbar, aparezcan más restos de pasivos de la actividad petrolera. Que aflore la contaminación escondida bajo la tierra.