El autor, presidente de la Unión comercial e Industrial de Mendoza, sostiene que tras años de políticas limitantes, el inicio de un cambio estructural en Argentina podría abrir el camino hacia una Mendoza pujante.
Después de muchos años de encierro en políticas limitantes y chatas, vemos que finalmente se están dando pasos firmes hacia una economía sólida, que de espacio a un mañana promisorio.
Nuestra mirada de Mendoza en este contexto es esperanzadora.
Siguiendo el camino de nuestros antepasados, con el General San Martin como modelo de liderazgo sólido, preparado y sin miedo a los desafíos, soñamos una provincia consolidada en temas como el cuidado del agua, con la guía de la vitivinicultura como industria madre pero inquieta y moderna y el turismo como puntos de partida hacia nuestra proyección en el mundo.
También, mirando la explotación de nuestras riquezas minerales con la indispensable responsabilidad con el ambiente y nuevas industrias.
La industria del conocimiento también deberá tener un rol destacado en nuestro futuro mediato, dado que nuestras universidades se destacan en la formación de profesionales y en la actualidad se están sentando bases para un desarrollo prometedor.
La infraestructura de caminos, rutas y servicios a turistas deberán ser tenidos en cuenta para que nuestra proyección sea a la altura de las circunstancias.
Como siempre, como organización gremial empresaria seguimos apostando y trabajando para mejorar la condición de corredor bi ceánico que representa nuestra provincia con la necesidad potenciarlo y de mejorar las condiciones de hospedar y facilitar el traslado de transportistas y empresarios de un país a otro apuntando como siempre decimos desde y al Pacífico en la Región del Cono Sur.
Para ello tanto la Nación como la Provincia deberán apoyar y promover el desarrollo de las pymes de los sectores industriales, comerciales y de servicios. Facilitando el acceso al crédito y reestructurando finalmente, el sistema impositivo. Unificándolo y haciéndolo eficiente para poder trabajar, generar empleo y riqueza de una buena vez por todas.
Tenemos la base para progresar y tenemos las condiciones geográficas, materiales, profesionales y de proyección para volver a ser la provincia que fuimos. Tenemos todas las posibilidades de que este presente vergonzoso de pobreza y decadencia se revierta.
Junto a las instituciones que hicieron grande a Mendoza y que gracias a las condiciones de respeto y perserverancia de nuestra identidad se mantienen intactas, podemos seguir trabajando para mejorar la realidad. Contamos con nuestras manos y nuestra comunidad. No esperemos un minuto más.