Esto se traduce en 3.383 puestos de trabajo formales menos. Sin embargo, el porcentaje es inferior al de las grandes provincias y las otras de la región de Cuyo.
Las estadísticas sobre la situación y evolución del trabajo registrado del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) muestran que las provincias que expandieron el empleo formal registrado en julio, con respecto a junio, fueron Neuquén (+0,7%), Jujuy (+0,3%), Tierra del Fuego (+0,3%), Santa Cruz (+0,2%), Chubut (+0,2%), Corrientes (+0,2%) y Tucumán (+0,1%). En tanto Córdoba se mantuvo estable.
En cambio, las que tuvieron mayor caída del empleo intermensual son Chaco (-1,5%), San Juan (-0,9%), San Luis (-0,9%), Misiones (-0,8%), Catamarca (-0,8%), La Rioja (-0,6%), Santiago del Estero (-0,6%) y Formosa (-0,6%).
Pero cuando se analiza la evolución en el último año, se registró caída del empleo en veinte provincias. Sólo creció en Neuquén (+3,5%), Salta (+1,3%) y Tucumán (+0,5%), y se mantuvo sin variaciones en Río Negro. Como contraparte, las que registraron los mayores descensos fueron Formosa (-18,5%), La Rioja (-13,6%), Tierra del Fuego (-11,7%) y Santiago del Estero (-10,4%).
En este contexto, Mendoza, con su disminución del 1,2% en los puestos de trabajo registrados del sector privado, tuvo un mejor comportamiento que jurisdicciones con las que se la suele comparar, como Buenos Aires (-3%), Córdoba (-2,1%) o Santa Fe (-2,6%). También, en comparación con las otras provincias cuyanas, San Juan (-9,6%) y San Luis (-8,1%).
Nicolás Aroma, economista y director del Cefim (Centro de Economía y Finanzas de Mendoza), señaló que las provincias de mayor tamaño y que más aportan al PBI son las que suelen sufrir más la caída de la actividad. Por otra parte, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe tienen un mayor nivel de empleo industrial, una de las ramas que se está viendo afectada en mayor medida.
Para entenderlo, en julio de 2024, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI), del Indec, registró una caída de 5,4% en comparación con el mismo mes de 2023. En el acumulado de enero a julio, el IPI mostró una disminución de 14,6% con respecto a los primeros siete meses de 2023.
Aroma sumó que el indicador muestra que la caída de actividad no encontró un piso en esos meses y el empleo registrado se sigue viendo afectado; es decir, la recesión aún no ha terminado. Con respecto a la situación específica de Mendoza, consideró que habrá que prestar atención a la actividad turística, porque el tipo de cambio apreciado perjudica al turismo receptivo.