Los viajeros nacionales fueron una de las principales razones por las cuales el comercio minorista en Chile creció 9,4% en junio de este año en relación al mismo mes de 2023. Así lo estima un informe de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de ese país. La diferencia de precios de algunos productos se explica por la apreciación cambiaria en Argentina, la carga impositiva y la escasez
Según el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, las ventas minoristas en ese país crecieron un 9,4% en junio si se las compara con el mismo mes del año anterior. En el informe explican este incremento por el Día del Padre, el “efecto calendario” (porque junio de este año tuvo un sábado y un domingo más que junio de 2023), y “el turismo de compra de los argentinos que aprovecharon su feriado de junio para cruzar la cordillera”.
El consumo en el país vecino también creció en los primeros seis meses del año: acumuló una suba del 9,3% en ese periodo.
Entre los factores que explican este crecimiento están los argentinos: según el Servicio Nacional de Turismo chileno de enero a junio ingresaron a ese país 979.587 personas, un 36,5% más que durante el primer semestre de 2023.
Según explicó a PERFIL el economista Martín Kalos, la diferencia de precios que encuentran los argentinos en algunos productos en Chile se debe “al proceso de apreciación cambiaria que estamos teniendo, que hace que Argentina hoy esté cara en dólares en comparación con casi cualquier otro país, en particular con los limítrofes”. Y no solo la apreciación, “también sigue existiendo el cepo cambiario, y sigue habiendo riesgos de devaluación percibida a futuro”. Ante el riesgo, las empresas se cubren: no solamente por la incertidumbre del costo de reposición futura, sino también porque “tienen acceso al dólar a 30, 60 días, y tienen que considerar ese lapso también”. Por otro lado, y dependiendo del producto del que se trate, “hay una escasez de importaciones todavía relativa en algunas cosas, que hace que se puedan pagar precios más altos por falta de competencia”. El hecho de que sea Chile el que experimente este boom de visitas se explica, principalmente, por una cuestión de cercanía, agregó.
Claudio Caprarulo coincidió con esta visión. El economista explicó a este medio que esto es producto de la apreciación cambiaria: “lo venimos notando con la decisión del gobierno de mantener una tasa de devaluación mensual de apenas el 2%, cuando la inflación siempre estuvo corriendo por encima del 4%”. Son momentos de apreciación cambiaria “que vimos en otros momentos de la historia”, agregó. “Medida en dólares, Argentina tiene una de las canastas de consumo más caras de Latinoamérica. Obviamente, en contraposición lo que pasa es que tenemos salarios muy bajos en dólares”, sintetizó.
Las diferencias de precios son notables sobre todo en productos electrónicos, neumáticos o zapatillas, agregó por su parte el economista Francisco Eggers. “Lo que hace que sean más baratos es, en gran medida, que las estructuras de mercado son más competitivas allá, principalmente por la apertura a la competencia externa (la ausencia de trabas a las importaciones)”. Por poner algunos ejemplos, Eggers señaló que “un auto C3 PureTech 82 BVM Feel Pack tiene un precio promocional de 10,29 millones de pesos chilenos, lo que es aproximadamente 11 mil dólares. Aquí vale $21,1 millones: al tipo de dólar al que lo pasemos, es más caro que en Chile”.
Pero, agregó, “tal vez uno de los casos más claros del efecto de la concentración de mercado sobre los precios de venta sea el de los neumáticos. Aun con un dólar paralelo muy caro, convenía comprarlos en Uruguay y no acá. Y ahora el dólar paralelo no está caro”, concluyó.
Para la economista Elena Alonso existen otros factores que explican estas diferencias en los valores: “En un momento venían los chilenos a comprar acá, por ejemplo a Mendoza, que es una provincia limítrofe, pero después se revirtió ese proceso con tanta inflación en Argentina, y sigue conviniendo irse a Chile y comprar algunas cosas, más allá del tipo de cambio que aumentó tanto”. Entre las explicaciones principales están “el peso impositivo que tienen y la falta de productos acá. Entonces en algunos segmentos conviene hacer las compras afuera: ropa, calzado o electrodomésticos. Los que se puedan traer, porque hay restricciones también con eso”, detalló.
En contraste con lo que sucede en Chile, los argentinos no pudieron impulsar el consumo en el país. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) las ventas minoristas pymes cayeron 21,9% anual en junio y acumulan una caída de 17,2% en el primer semestre del año.
“Si bien los comercios están más aliviados por la mayor estabilidad en las listas que reciben, la dinámica de las ventas que no despuntan preocupa. No hubo ningún rubro que haya escapado a la tendencia general”, señalaron. “Impactó en la caída la cantidad de feriados que hubo en el mes, el del 17 de junio por la conmemoración del fallecimiento de Martín Miguel de Güemes, y el puente por el Día de la Bandera que generó un fin de semana largo de cuatro días”, agregaron.
La caída del consumo también se sintió en bienes de primera necesidad. En alimentos y bebidas las ventas cayeron 26,6% en junio respecto al mismo mes del año anterior, y acumulan una caída de 21,8% en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo en 2023. De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), para mayo el consumo interno de leche había caído un 29,9% con respecto al mismo mes de 2023.
La actividad turística también cayó. CAME informó que este año viajaron 4,9 millones de personas por las vacaciones de invierno, “un 11,9% menos que el año pasado”.
Por otro lado, explicaron, “la estadía media bajó de 4,5 días en 2023 a 4,1 este año y el gasto diario en promedio fue de $59.890, que, a precios reales (es decir, descontando la inflación) resultó 3% inferior a la temporada pasada”.
Entre los factores que explican esta caída, desde CAME señalaron que este “fue un invierno frío, con las zonas de playas menos concurridas que otros años, y un visitante que se inclinó por opciones termales, montañas, nieve y campo. Además, tampoco hubo incentivos como otros años con el programa Previaje”.