El encuentro organizado por el Fondo Vitivinícola y la Coviar planteó desafíos frente a lo cambiantes contextos internacionales y nacionales. Oportunidades en el mediano plazo.
Aunque la coyuntura económica y política actual incide en las decisiones estratégicas de las bodegas y de la industria en particular, el foco estuvo puesto en las tendencias y contextos generales tanto globales como nacionales. El evento contó con la exposición y experiencias de disertantes de nivel internacional como el analista político Andrés Malamud y Gustavo Domínguez, consultor y especialista en marketing.
En el segundo bloque y de manera virtual Luis Gutiérrez -parte Wine Advocate de Robert Parker- conversó con Edgardo Del Pópolo. El español habló sobre la importancia de diferenciar a los vinos no solo por el varietal sino también por su lugar de origen o terruño. También habló de la importancia del productor y de quien produce así como pidió tener cuidado con las generalizaciones dentro de la vitivinicultura. Luego se presentó el Guillermo Oliveto, consultor especialista en negocios, consumo y humor social.
En el cierre, entre todos respondieron preguntas y conversaron acerca de las ideas principales para comenzar a aplicar o mejorar las posibilidades que se abren hacia adelante. Entre las conclusiones del encuentro, quedó claro que el vino se enfrenta a un contexto cambiante desde lo geopolítico mundial donde podría abrirse una oportunidad para el sector. Por otra parte, los disertantes hicieron hincapié en la necesidad de que la industria sume otro tipo de productos para llegar a más públicos y lugares. Sin perder de vista los altos niveles de competitividad del vino y la calidad que caracteriza al producto en todo el mundo, es importante buscar alternativas.
De manera sintética, se podría decir que dado el crecimiento demográfico de África (empobrecida) y la baja poblacional en Europa (rica), Asia se convierte en la gran oportunidad. En este marco hay dos oportunidades impensadas señaladas por el politólogo. La primera es que América Latina, "la periferia de la periferia", cuya lejanía siempre fue un costo hoy es un activo. Esto porque es valioso estar lejos de los conflictos políticos y bélicos que hoy atraviesan a buena parte del mundo. La segunda se ubicada en Asia en donde está el 60% de la humanidad y con perspectivas de crecimiento no solo poblacional sino también económico. "Los países que crecen están afuera de occidente", dijo Malamud.
En este contexto, si bien Argentina viene en caída en los últimos 20 años, las perspectivas de mejora son importantes. Sin embargo, para el analista político el crecimiento general no vendrá de los recursos naturales como la minería o el petróleo -sin negar el impacto de estas actividades en las provincias o regiones- sino de una mayor industrialización. "Argentina tiene capitales propios y se presenta como una oportunidad en el mundo", dijo Malamud. Las amenazas en América Latina, por otra parte y más allá de las dificultades económicas, están hoy más atadas al crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas o la minería ilegal.
Desde el punto de vista de las exportaciones, Domínguez destacó que el 45% del vino que se consume en el mundo es importado y que el producto argentino tiene un buen precio relativo a nivel mundial. También habló de la oportunidad que representa el mercado brasilero dado el consumo de ese país y de la cercanía existente. "El tema es que con 40° de calor, es preciso ofrecer vinos blancos, rosados y más refrescantes", destacó el especialista. Agregó que es importante dejar de lado el "tintocentrismo", no porque esté mal sino debido a que no debe ser la única opción ya que el mercado no solo es más amplio sino que se puede potenciar con propuestas novedosas.
Por otro lado, Domínguez -con vasta experiencia en el sector de bebidas- instó a defender el mercado interno ya que Argentina posee un consumo local alto. Por eso, llamó a buscar más momentos de consumo así como apostar por los vinos jóvenes en contextos de celebración. También ponderó la oportunidad del vino sin alcohol más allá de los productos más livianos y justificó: "La cerveza sin alcohol es la que más crece en este segmento y, en España en donde más se consume gin, esta bebida también crece de la mano de su variable sin alcohol".