Mendoza, de de
Mendoza, de de
El Club Sportivo Independiente Rivadavia choca contra el Bicho en la final de la Copa Argentina de fútbol. Mirá los detalles del duelo.
El equipo de Alfredo Berti llega a la definición después de eliminar nada menos que a River Plate, y sueña con levantar por primera vez un trofeo nacional en sus 113 años de historia. Enfrente tiene a un rival de peso y con experiencia en finales: Argentinos, campeón de América en 1985 y uno de los equipos más regulares del año.
El partido histórico comenzó con claras intenciones de la Lepra de abrir el marcador durante los primeros cinco minutos de juego. Primero, Matías Fernández probó con un potente disparo que Sergio Romero logró desviar con lo justo. Luego, Sebastián Villa protagonizó un contraataque que pudo terminar en gol, pero su remate salió muy desviado.
Finalmente, tras una breve espera, el equipo de Alfredo Berti consiguió el primer tanto a los ocho minutos, luego de un tiro de esquina que culminó con un preciso cabezazo de Alex Arce.
El encuentro continuó con la respuesta del Bicho, que estuvo cerca de anotar a los 16 minutos, cuando un remate de Tomás Molina casi se cuela en el arco defendido por Centurión, de no ser por el oportuno rechazo de Sheyko Studer. Poco después, Molina volvió a tener una chance clara, pero esta vez no solo intervino el arquero de la Lepra, sino que además la jugada fue invalidada por posición adelantada.
Con un Villa imparable para la defensa de Argentinos y un resultado justo, los Azules sufrieron la expulsión de Maximiliano Amarfil a los 41 minutos, luego de recibir su segunda amarilla tras una infracción sobre Hernán López Muñoz.
En el complemento cambiaron los roles, ya que el Bicho tomó la iniciativa apenas a los tres minutos de juego, cuando Lautaro Giaccone se preparaba para rematar a pocos metros del arco de la Lepra, pero Luciano Gómez apareció justo a tiempo para rechazar la pelota.
Los Caudillos del Parque ampliaron la ventaja 2 a 0 a los 17 minutos, con un gol de Matías Fernández, quien recibió la pelota en soledad tras un córner mal defendido y definió con un remate tranquilo.
Sin embargo, la alegría leprosa duró poco, luego de que Argentinos descontara a los 19 minutos con un gol de jugada de Alan Lescano. Ese tanto le dio aire al Bicho, mientras que los dirigidos por Berti mostraron ciertos signos de desesperación, agravados por la salida de Fernández.
Las tensiones del partido se intensificaron cuando Berti protagonizó un cruce con López Muñoz, lo que casi desató una pelea entre ambos equipos. Como resolución final, el árbitro Nicolás Ramírez decidió expulsar al técnico, quien se retiró entre insultos y visiblemente descontrolado contra el cuerpo arbitral. A la sanción se sumó también uno de los ayudantes del cuerpo técnico.
En el tiempo dedescuento se vivieron momentos de máxima tensión. Tras la expulsión de Alejo Osella, la Lepra se replegó para defender el resultado como pudo, pero en una jugada peligrosa que la defensa no logró despejar, Erik Godoy igualó el marcador de forma agónica para el Bicho y forzó la definición por penales.
Berti guardó a todos los titulares en la última fecha del Clausura pensando exclusivamente en esta final. El DT apuesta por la velocidad de Sebastián Villa y la presencia ofensiva de Alex Arce, el máximo goleador del equipo, que comparte ataque con Matías Fernández.
La expectativa en Mendoza es enorme.Desde el fin de semana, cientos de hinchas emprendieron viaje rumbo a Córdoba para acompañar al Azul en su noche más importante.
En las tribunas de la cancha de Instituto hay una multitud leprosa, con banderas, bombos y el sueño de ver al equipo levantar su primer título nacional.
Independiente Rivadavia llega a esta final como el primer equipo mendocino en alcanzar una definición de Copa Argentina.
El partido representa una oportunidad única para el conjunto del Parque, que viene de una campaña inolvidable en el certamen.
El rival es Argentinos Juniors, dirigido por Nicolás Diez, que dejó en el camino a Belgrano de Córdoba en semifinales por 2- 1 y buscará sumar una nueva estrella. Tiene jugadores como López Muñoz y Molina.
La Lepra, en cambio, va por la gloria eterna: el primer título nacional de su historia, el mismo que soñaron generaciones de hinchas que hoy coparon Córdoba para gritar más fuerte que nunca.
